martes, 11 de diciembre de 2018

LA CONTABILIDAD COMO CIENCIA O TÉCNICA DE REGISTRO

La contabilidad, como ha ocurrido con otras ramas del conocimiento humano, ha nacido de la práctica, las limitaciones de la mente humana que llevaron a los comerciantes a necesitar una técnica de registro para las operaciones que realizaban en sus negocios.
Con la evolución de la técnica contable surgió la discusión entre los diferentes autores de calificar a la contabilidad como ciencia o no.
La palabra ciencia tiene un contenido filosófico preciso y determinado, que, por consiguiente, no puede ser objeto de aplicación caprichosa sin riesgo de inducir a confusión terminológica.
La ciencia es, ante todo sistema. La ciencia se estructura partiendo de un conjunto de conceptos que se ordenan en juicios que, a su vez, se integran en razonamientos, fundamento o antecedente inmediato de la ciencia. Se puede distinguir entre ciencias formales y ciencias empíricas.
Dentro de las ciencias empíricas se observa el carácter mutable de la realidad o soporte material de la ciencia o del conocimiento que nosotros tenemos de la misma. Todo esto se muestra de forma evidente en el ámbito de la contabilidad, en el de la economía, y en definitiva en el social.
El profesor Schneider afirma que “la contabilidad es el nombre genérico de todas las anotaciones y calculos que se llevan a cabo en la empresa con objeto de proporcionar:
  • - Una imagen numérica de lo que en realidad sucede en la vida y en la actividad de la empresa.
  • - Una base de cifras para las actuaciones de la gerencia”.
Con esta definición, se aprecia claramente su carácter de técnica de registro, pero según el profesor Fernández Pirla: “todo problema o cuestión contable es un problema de discriminación y calificación de resultados, en definitiva un problema de arbitraje que exige la preexistencia de un criterio.”
Como consecuencia de todo lo anterior, el carácter científico de la contabilidad está claro por su adscripción al campo de la económica, por lo que la podemos calificar según este autor como Ciencia Económica por la naturaleza de los elementos sobre los que opera, por el fin que persigue (el conocimiento de la situación económica) y en los métodos que utiliza, se aprecian relaciones muy fuertes con el derecho (relaciones formales) e instrumentales con las matemáticas.
Para otros tratadistas como Quesnot la contabilidad tiene tres objetivos: la fijación del patrimonio, la determinación de los resultados y el cálculo de costes, pero lo fundamental en la información contable para este autor no es la transmisión de los datos sino la interpretación de los mismos. Es tan fundamental la idea del razonamiento de la contabilidad, que a los libros antiguos se los llama libros de razón. Por tanto, lo importante de la contabilidad y del contable no son los datos en si mismos, sino su interpretación.
La escuela Italiana de la contabilidad, encabezada por Masi, la entiende como la ciencia que se ocupa del patrimonio de las empresas, “el gobierno del patrimonio, en su aspecto económico, implica el conocimiento de la autentica situación del mismo”,”presenta el patrimonio como un todo coordinado con un determinado destino”.
El patrimonio, es el campo de actuación de la contabilidad, representa su aspecto económico inicial, cualitativo y cuantitativamente, y, posteriormente, registrará las sucesivas variaciones que se van produciendo en él a lo largo de la vida de la empresa.
Por tanto, es necesario que la información que transmite la contabilidad no sea una mera exposición de datos, sino que sea lo suficientemente explícita para que la dirección pueda interpretarla y tomar decisiones.

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